El ozono (O3) es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno. Es un gas tóxico altamente reactivo e inestable. El ozono a nivel del suelo es un componente importante del smog fotoquímico que afecta a las ciudades más grandes durante el verano. También hay una capa de ozono en la atmósfera, llamada ozono estratosférico, que nos protege al reducir la cantidad de luz ultravioleta que ingresa a la atmósfera terrestre. Esta capa de ozono beneficiosa no debe confundirse con el ozono dañino que se produce a nivel del suelo.
Si bien el ozono es útil en la atmósfera superior (filtrando los rayos de luz UV), en la atmósfera inferior o en los edificios, es un contaminante del aire que es dañino para los humanos y otros animales, y un gas que puede oxidar o "quemar" las plantas y diversos materiales encontrados en interiores.
El ozono es ampliamente promovido por las empresas de equipos generadores de ozono y por los servicios de limpieza y desinfección para su uso en entornos de edificios interiores para eliminar olores y desinfectar el ambiente, o para el tratamiento del agua.
Algunos dispositivos se comercializan con afirmaciones publicitarias de que matarán virus, bacterias, moho y otros contaminantes biológicos, y eliminarán contaminantes químicos y olores. Sin embargo, los estudios han demostrado que, cuando las concentraciones de ozono están por debajo de los estándares de salud, no elimina eficazmente los contaminantes biológicos.
Desafortunadamente, las mismas propiedades químicas que permiten que el ozono altere el material orgánico en el aire doméstico también le da la capacidad de reaccionar con el material orgánico dentro del cuerpo humano.
La exposición al ozono irrita e inflama el revestimiento del sistema respiratorio. Causa síntomas que incluyen tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar. En personas con asma, el ozono puede empeorar los síntomas del asma, y un estudio indica que el ozono puede contribuir al desarrollo del asma. El ozono dificulta la respiración. La exposición elevada al ozono puede causar daño pulmonar permanente, y la exposición repetida puede incluso aumentar el riesgo de morir entre personas que ya tienen problemas de salud.
Las personas especialmente vulnerables incluyen niños y aquellos que sufren de asma u otras enfermedades respiratorias, incluidos los ancianos.
Investigaciones han demostrado que el ozono reacciona con los químicos existentes en el aire para crear otros contaminantes tóxicos, especialmente el formaldehído y partículas ultrafinas, creando nuevas toxinas potencialmente más peligrosas.
Por ejemplo, el ozono mezclado con químicos de una alfombra nueva puede crear aldehídos, lo que puede irritar los pulmones. Otras reacciones pueden crear ácido fórmico, otro irritante. El potencial de reacciones químicas en la casa promedio es difícil de predecir.
Además de sus impactos en la salud humana y animal, el ozono también puede dañar los siguientes materiales:
Lo siguiente se extrae de la información proporcionada por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (US EPA)
El ozono puede:
Estos efectos se han encontrado incluso en personas sanas, pero pueden ser más graves en personas con enfermedades pulmonares como el asma.
- Fuente: EPA de EE. UU., " HEALTH EFFECTS OF OZONE POLLUTION", [PDF]: